viernes, 31 de octubre de 2008

El jazz me dio Vida

El Jardin de San Marcos se encogió, y los bichos gigantes invadieron la ciudad. Caminaron por Carranza, olvidánsose de las leyes, lo hicieron en sentido contrario. Se comieron a un parroquano de "El Rosinal", y llegaron a la plaza de la patria en medio de música electrónica. Una especie de pequeño festival a a europea, al estilo Tecnogeist; con su dósis ecológica, los bichos son impulsados con energía humana: engranes empujados por unos pedales de bicicleta.

El martes, la ex escuela de Cristo se puso a danzar con el jazz del JAZZAGS festival. El estres acumulado por la tristeza del vacio de la ausencia, se tranquilizó con las notas de un grupo de Colima que hacía una especie de be-bop que llegó a su climax con un tema dedicado a Coltrane, lo llamaron el "tren chido" o el Cool-traine, divertido el juego de palabras.

El estres de una ausencia que se transformó en cotidianidad del miércoles, casi lo desapareció el excelso gusto de un grupo de Nayarit que tocaba un estilo de bossa-nova, bastante rico, relajante, apasionante, aderezado con el Madrid Trio que tocó algunos covers clásicos del jazz, entre ellos una versión estilo flamenco que me hizo recordar a Steve Stevens y su genial Flamenco A go go.

Pero la gota que derramó el vaso, elo que me devolvió el cuerpo al alma, la vida en realidad, fue el concierto de Jam Sessions del jueves en un teatro Víctor Sandoval que fue acondicionado como excelente pequeño bar-auditorio perfecto para una velada perfecta: mientras mis amigos y yo tomabamos vino tinto chileno, varios de los jazzistas que participaron en el encuentro formaban ensambles nuevos que lo mismo gozaban covers que improvisasiones.

Lo mejor de la noche llegó con un dueto de manos en un piano que protagonizó Eugenio Toussaint y otro de los grandes maestros. Insisto, me han devuelto el alma al cuerpo, la vida. Y el climax del concierto, y con tres botellas de tinto en nuestros cuierpos, lo dio la magistral interpretación de dos piezas de los hermanos Toussaint. Y lo mejor de todo: el festival totalmente gratis. Las de tinto no, pero en realidad pagar 600 pesos por una noche de tinto, los mejores maestros nacionales de jazz y gozar de la excelente compañía de mis amigos, no tiene precio. Es para anuncio de Mastercard.

Mañana voy al Aguas-Blues. Doy gracias a Dios, y a la evolución, por regalarnos la cultura. Bendita y maravillosa cultura.

Salud

miércoles, 22 de octubre de 2008

Del título del blogg

Crisis, una palabra bastante manoseada en todo el mundo: económica, social, laboral, psicológica, de seguridad. Todos estamos en crisis, la unica crisis que no existe es la crisis de la crisis. Tal pareciera que estamos condenados a sufrirla desde aquella famosa tarjeta roja del Creador al mandilón de Adán y a la envaucadora de Eva.

Crisis en un país que desde su nacimiento lo ha estado, no terminaban de gobernar unos, cuando llegaban los otros, esa manía, como mencionaba La Barranca, de hacer un templo sobre otro tlempo. Y llegaron los españoles, a rompernos la identidad, ahora sí que "La culpa es de los tlaxcaltecas" (Elena Garro dixit). Y así nos han ido rompiendo la identidad y la idem, por años y años, apenas eramos monarquía y llegó la república, apenas eramos estado de bienestar y llegó el neoliberalismo.

La crisis hace mella en todo y todos: niños, jóvenes, adultos.

En mi calidad de mexicano, joven e hidrocalido, como nunca puedo presumir de esta crisis:

a) problemas de carácter sentimental que me llevaron de la cima a la sima, en un par de semanas, como una especie de espiral que no se detiene.

b) La crísis económica que a todo mundo nos apanica, y que a mi se me recrudece cuando he comprado un bien inmueble con mis pocos ahorros y mis muchas deudas.

c) La crísis de los 29 pegándole a los 30 que ahora me invade y que me hace sentir como un miserable don nadie, máxime cuando mi padre a esa edad tenía dos casas, un carro, su negocio y dos hijos (sic).

d) La crisis que una hija de la chingada me provocó en la mañana cuando me negó la visa quesque porque yo necesitaba un recibo de nómina y sólo llevaba una constancia de ingresos (¿?)

Y la crisis nos lleva a la soledad, una perra soledad "sin uno mismo", que nos sumerge en el sonido existencial de un grillo que canta y se repite sin sentido en el eco de mi mente. Es lo único que resuena. Cierto, no es tan mala la soledad, lo dijo Bubber:

"En el hielo de la soledad es cuando el hombre, implacablemente, se siente como problema, se hace cuestión de sí mismo, y como la cuestión se dirige y hace entrar en juego a lo más recóndito de sí, el hombre llega a cobrar experiencia de sí mismo".

Agrega Bubber que en periodos de crísis, desde la soledad, es como el hombre logra conocerse más a sí mismo. Desde esta pespectiva lo que nos hace evolucionar es precisamente la crisis, la soledad.

Pues bueno, en esta crisis y soledad en la que me encuentro inmerso, y retomando el problema de mí mismo, al más puro estilo posmoderno, quiero narrar la historia de un joven común y corriente (a veces más corriente que común y otras más común que corriente)en esto que llaman ¿vida? desde la periferia, el estado de Aguascalientes. La historia nos enseñó que los que escribieron lo hicieron sobre los hechos relevantes, pero pocos se avocaron a las costumbres comunes: formas de diversión, problemas amorosos, forma de vestir, y un larguísimo etcétera que es precisamente el que quisiera ahora compartir con ustedes.

Así pues, comienzo esta seríe de crónicas en una triple perspectiva de la periferia: desde la crisis, desde la juventud y desde Aguascalientes.